Qué se hace con las cápsulas de café y dónde se reciclan
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El café es una de las bebidas más consumidas de todo el mundo, y las cápsulas se han hecho especialmente famosas en los últimos años. Una cápsula de café es un producto diseñado como una porción de café molido envuelto en una cápsula de plástico. Su origen data de principios del siglo XX en Italia de mano de Luigi Bezzera, que buscaba una forma de acortar el tiempo de preparación del café.
Existe un gran debate en la sociedad actual acerca de si el café en cápsulas contamina tanto como indican algunos expertos. Todo apunta a que sí, ya que la mayoría de las cápsulas disponibles en el mercado están recubiertas de aluminio, un material muy difícil de tratar en las plantas de residuos.
A esto hay que sumar que las cápsulas de café también contienen furano, un compuesto tóxico. La concentración de firano es de entre 43 y 146 nanogramos por mililitro, y los niveles se consideran seguros.
Cabe señalar el caso de Hamburgo, donde se ha prohibido el uso de cápsulas de café en edificios gubernamentales. Una medida que ya está en marcha y que se implantó tras comprobar que estaban fabricadas con materiales contaminantes como el aluminio y el plástico.
Jan Dube, miembro del Departamento de Medioambiente del Ayuntamiento de Hamburgo, explica lo siguiente: “Las cápsulas de café requieren innecesarios recursos para su fabricación y generan excesivos desechos. No pueden reciclarse fácilmente porque mezclan plástico y aluminio. Son 6 gramos de café y 3 gramos de envoltorio. Es un derroche. Por eso en Hamburgo creemos que este producto no debe ser pagado con los impuestos de los ciudadanos”.
Cómo reciclar las cápsulas de café
Al contrario de lo que muchas personas creen, las cápsulas de café no se desechan en el contenedor amarillo. Sólo en el caso de que estén fabricadas por 100% plástico se pueden tirar al contenedor amarillo
Hay que tirarlas en los puntos de recogida de cada fabricante. En el caso de Nespresso, tiene en España más de 1.400 puntos de recogida distribuidos por supermercados, hipermercados, puntos limpios…
Si no hay ningún punto de recogida, como última alternativa, se pueden tirar en el contenedor gris, en el de los residuos orgánicos.
Las cápsulas de café también se pueden reutilizar. Se abre la tapa, se introducen cinco o seis gramos de café molido, y se coloca la cápsula en la cafetera como de costumbre.
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